Mucho se ha teorizado sobre las
posibles causas de la caída del imperio romano, el cristianismo, el freno de
las conquistas, la presión de los pueblos bárbaros, la disminución del número de
esclavos… Y aunque todos estos factores tuvieron cierta influencia en la caída de
roma ninguno tuvo más impacto que el estado del bienestar.
“Panem et circenses” pan y circo era
el lema de los gobernantes en Roma, para tener a la gente contenta y que les
apoyaran. El trigo se repartía en la annona y el circo se hacía un día sí un
día no. Esto arruinó masivamente a los agricultores romanos incapaces de
competir, además ¿Quién iba a estar trabajando el campo 10 horas diarias si se repartía
la comida gratis en Roma? Esto produjo un fenómeno de migración hacia Roma sin
precedentes cuya población creció exponencialmente, haciendo cada vez más
difícil su mantenimiento.
Entonces a los gobernantes ante la
falta de recursos en las arcas del estado se les ocurre reducir la cantidad de
oro de las monedas, pero el aumento de oferta monetaria no tiene ningún efecto
salvo el del aumento de los precios, haciendo incluso peor las ya paupérrimas
cuentas de la hacienda romana. Así que a partir del siglo III d.C se empezó a
poner precios máximos a los productos, causando como no una disminución en la
oferta y agravando aún más la situación.
Así pues al final del Imperio los
gobernantes atacando los síntomas y no las causas, prohíben abandonar las
tierras, quedando los campesinos adscritos a la tierra siendo el comienzo de la
servidumbre feudal.Empezando entonces la Edad Media,
finalizando una de las épocas más prósperas de la humanidad por causa del
estado del bienestar, la inflación y la política intervencionista del Estado.
Esto nos demuestra que frágiles son
las instituciones y que no todo el transcurso de los seres humanos ha sido un
continuo progreso si no que se puede dar marcha atrás.
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